24 de agosto de 2023

ANATOMÍA DE UNA FOTO


I. Dos hombres, una ciudad y un nombre

En ambas fotos está Cali.
En una sin embargo es 23 de agosto de 1952. A las dos imágenes las separan 71 años. Los dos hombres están unidos por un nombre y un apellido: Hernando Urriago. El primero está a 22 años de ser el padre del segundo. No lo sabe aún. Sólo puede dar fe de que en la imagen es sábado 23 de agosto, que lleva un muy fino terno ¿caqui?, a la usanza de la moda cincuentera de Colombia y del Mundo y que seguramente se tomará unas copas en algún bar del centro de una ciudad donde el aire aún es transparente.
También, si le preguntan, dirá que es hincha del Boca Junior (luego pasará a hacerle barra al Deportivo Cali, cuando el xeneize criollo desaparezca por una crisis económica) y que estará pendiente de que su equipo haga un gran papel o gane en Santa Marta, donde al día siguiente, domingo 24, enfrentará y le ganará a Samarios. Si le preguntan podrá decir que en septiembre próximo cumplirá sus 23 años de edad.
Él está sobre la Calle 12 y Avenida Colombia; su hijo, sobre el Boulevard del río Cali, vía peatonal que se eleva sobre el túnel por donde pasan, raudos, los automóviles del siglo XXI. Porque en la imagen de su padre sólo transita un vehículo particular y uno de los buses urbanos de entonces que hace rato reemplazaron al tranvía. En agosto de 1952 Cali tiene 285.000 habitantes y Colombia 11.600.000.

El hombre del terno y de gomina está de espalda a la Casa Sardi, contigua a La Ermita (que cumple 10 años de haber sido inaugurada). El hombre de la bicicleta --que posa el jueves 24 de agosto de 2023-- llega desde otro tiempo para darle la mano a ese fantasma que posó su mano sobre el muro de una ciudad también afantasmada. 

12 de agosto de 2023

DIVAGACIÓN SOBRE UNA PALABRA EXTRAÑA: AMIGO

Hace menos de una semana Alba Lucia y yo dejábamos en el aeropuerto a nuestro amigo Oscar Perdomo Gamboa. Cuando llegamos a nuestro apartamento yo exclamé: 'Caramba, ¡cómo nos despedimos sin tomarnos una foto!". Luego pensé que tal vez sobraban las selfies y las veleidades digitales frente a lo que guarda la memoria.

Y durante la semana, mientras él arraiga en una ciudad de Florida, en su venerado Imperio Norteamericano, el mismo de sus adorados Michael Jackson, Toni Morrison y Alicia Keys, yo le he dado vueltas a lo que significa esa palabra, Amigo, en nuestras vidas.
Porque Óscar y yo, que nacimos en el mismo año y con tres meses de diferencia --siendo él más viejo que yo, aunque no aparente, pues corren los rumores de que en los años 90, decenio que fue nuestro, él le vendió el alma a Satán--, compartimos una amistad que pronto llega a su cuarto de siglo.
¿Qué diantres es entonces un Amigo?
Amigo es quien fue regañado por tu mamá en una mañana de mil novecientos noventa y tantos mientras el guayabo arreciaba en nuestras cabezas.
Amigo es quien junto a ti veló a tus muertos y también quien cargó a tu hijo recién nacido, comprobando que un amigo está con nosotros siempre que se pueda, en la vida y en la muerte.
Amigo es quien fracasó en el intento de convertir en hincha del Deportes Tolima a ese mismo niño, cuyo primer amigo fue justamente ese amigo tuyo.
Amigo es quien invadió contigo un velorio ajeno luego de una noche de juerga y de tertulia.
Amigo es con quien escribiste un ensayo a cuatro manos sobre el baile, sí, el baile, teniendo más ritmo una lavadora en un trasteo que nosotros juntos.
Amigo es quien armó contigo una antología de cuentos sobre fútbol sin que ninguno pudiera anotarle un gol al arcoiris.
Amigo es quien lloró a tu lado y quien guardó también tus lágrimas por amores idos y por derrotas íntimas.
Amigo es con quien reíste una y mil veces de los mismos chistes p3nd3jo5 que parecemos llevar en nuestros ADN.
Amigo es quien confió en tu criterio para cambiarle el nombre a su primera novela, que nació como 'El hacedor de sueños' y terminó siendo 'Hacia la aurora'.
Amigo es quien soportó con nostalgia tus distancias y celebró con el mismo humor todos los reencuentros.
Amigo es con quien, a falta de otro recurso, llevaste a tu hijito dentro de una caja de cerveza porque no había nadie quién lo cuidara mientras era necesario abastecerse.
Amigo es quien supo entender y estar ahí y sintonizar con nosotros el dial de la complicidad.
Amigo es con quien ríes por un epitafio precoz: "Nací en Ibagué y vagué...".
Amigos es quien bebió y sobrevivió contigo al John Tomas, al Passport, al Cariñoso, a la Brava, al Grant´s y al chirrinche de un billar de mala muerte.
Amigo es quien en sus clases pide que no lo funen por sus chistes, muy parecidos a los que cuenta el amigo que esto escribe.
Amigo es quien nunca dice Adiós --siendo este amigo un ateo recalcitrante-- sino Bye.